La experiencia debe efectuarse en una sala
silenciosa y con una iluminación indirecta para facilitar la
concentración. No pueden ser menos de dos personas y más de ocho,
porque perturbaría la experiencia.
Los participantes deben sentarse en torno al
tablero. Seguidamente practicar una relajación colectiva a fin de
conseguir la abstracción mental del mundo que les rodea. La persona
sensitiva debe dirigir la experiencia.
Todos los participantes colocan sus dedos
índices (sin hacer ningún tipo de presión) sobre el master que
estará situado en el centro del tablero. Efectuar una pregunta y
concentrarse en el master, esperando que se produzca la respuesta a
través del primer movimiento inconsciente del master.
Cuando el master empiece a moverse
acompañarlo con el dedo sin ofrecer ningún tipo de resistencia
hasta que señale una letra determinada y gradualmente ir formando
una palabra o frase. Después él debe volver al centro del tablero.
La persona sensitiva en primer lugar y después los demás
participantes pueden ir haciendo preguntas.
Las preguntas deben ser claras, cortas y
concisas, pidiendo respuestas de las mismas características. Así se
conseguirá un buen nivel de réplica. Si no existiese respuesta
alguna o hay duda, la persona sensitiva debe tomar las riendas de
la experimentación y repetir la pregunta.
Es conveniente centrarse en un sólo tema y
evitar las dispersiones. Si desea indagar sobre una cuestión
determinada se pueden establecer turnos de preguntas entre todos
los participantes, incluso entre los que no tocan el master y sin
embargo están en la sala.
Si una persona del grupo se desconecta de la
experiencia, es reacia a ella, tiene miedo o empieza a reír, debe
levantar el dedo del master y dejar de participar.
En caso de producirse “comunicaciones” que
alteren a algún participante sensible, la experiencia colectiva
nunca debe cortarse en seco, ya que se trata de un fenómeno de tipo
subjetivo.
La relación entre los participantes activos y
el “ente catalizador” de la experiencia debe ser natural. Cuando
se produzcan “conexiones” con supuestos entes deben comportarse
normalmente, como si se tratase de un viejo amigo.
Si la experiencia no funcionara bien es
aconsejable parar, desentenderse del tema y esperar un tiempo
prudencial (de unos 20 minutos) antes de volver a intentarlo con
más fuerza y energía.
El ejercicio continuado de la experimentación
va desarrollando las facultades sensitivas, así se irá formando
por selección natural un grupo de experimentación colectiva que
puede lograr prodigios.
Debe haber en la sala una persona auxiliar
que no participe directamente en la experiencia. Se ocupará de
anotar las preguntas y respuestas, grabarlas o filmarlas, para más
tarde, poder evaluar el resultado de la experimentación.
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